27/1/08

La Insoportable Odisea del comunicador desempleado

Soy un comunicador desempleado, me llamo Juan, tengo 21 años, y hace algunos meses me gradué con todos los honores. Mis padres, mis amigos y todos los que me quieren me miraban con orgullo. Con mi toga, mi Diploma de Bachiller y mi entusiasmo a prueba de balas, pasaba a ser un egresado de una de las más importantes universidades del Perú.

Aquel día un comentario de uno de mis compañeros me devolvió a la realidad: "Ahora a buscar chamba"; entre risas y cochineos, todos pensamos que sería fácil, que las puertas se abrirían fácilmente. Grave error.

Entre webs de empleos, bolsas de trabajo y volanteo de curriculum, busco una oportunidad, aún no he conseguido nada, ayer tuve una entrevista, me llamaron de una empresa transnacional con filiales en Lima y en las principales ciudades del mundo. Querían gente en su departamento de marketing, Publicidad y Relaciones Públicas, ofrecían un sueldo por encima de los mil dólares y oportunidades de viajes al exterior, bueno eso decía el periódico de los avisos. Me presenté impecable, con mi terno, la corbata prestada de papá y la ilusión de despegar bien mi crecimiento profesional. Optimista y con fe, me dirigí al Hotel Sheraton donde sería la entrevista, con 5 soles para la combi y la gaseosa para aliviar el calor intenso del verano de Lima.
- "Buenos días señorita, vengo por la entrevista"
- "Buenos días caballero, pasé al auditorio, ahí lo esperan"
Grande fue mi sorpresa al ver a un nutrido grupo de jóvenes como yo que llenaban el auditorio del hotel que tenía capacidad para 400 personas que esperaban ser llamados. Luego de 20 minutos de espera, un individuo con acento argentino, vestido de manera formal, nos hablaba de lo importante de su empresa transnacional, de la oportunidad única de ser líderes, de la proactividad, del trabajo en equipo, del emprendimiento, del futuro, de la paciencia, del salario emocional, etc. Su diálogo motivador llenaba de ánimos al auditorio quienes emocionados veían la gran oportunidad de sus vidas.
- "¿Somos grandes?" Gritaba el individuo
- ¡Siiii!, gritabamos todos
- "Vamos a ser los mejores siempre"
- ¡Siiii!
Y así nos tuvieron en una charla de más de 2 horas, donde la motivación fue la principal protagonista.
Casi al terminar, nos dieron la información que tanto queríamos, el trabajo consistía en la venta de cuentos para niños, cada cuento costaba la simbólica suma de 15 dólares, de los cuales por producto vendido ganábamos la "envidiable" comisión de 2 dólares. Nuestra motivación se convirtió en un cuento más ficticio de lo que se vendía. ¿Dónde están los mil dólares?, en el anuncio lo decía claramente.
"Bueno, es cierto, ustedes tendrían que vender 500 libros de cuentos y así conseguirán los mil dólares. Es cuestión de paciencia, motivación y mucha fe, porque ustedes son líderes natos", nos dijo.
Regresé a casa muy desánimado. Había sido engañado, y lo peor fue que muchos se quedaron convencidos que lo lograrían, pues el hábil animador, les decía que por cada cuento vendido, el cliente recomendaría a tres personas más y asi sucesivamente hasta llegar a los 500 libros vendidos. Yo creo que más era la necesidad de aquellos inacutos.
Bueno, no todo fue tan trágico aquel día. Tenía otra entrevista en una empresa grande, y más sincera, esta vez no era en un auditorio grande, sino en una sala con 4 postulantes más. Una señorita muy atractiva nos evaluó con tests de personalidad, de reacciones a determinados estímulos laborales y el célebre y bien manoseado dibujo de la persona bajo la lluvia.
Creo que lo hice bien, al menos, como me habían comentado mis amigos, la persona dibujada debía de ser completa, con piso y sin borrones. Tal vez por ahí tuve algún borrón, el dibujo no es mi fuerte, un brazo me quedó más grande que el otro, pero algo es algo.
Espero que me llamen, sino, seguiré buscando con paciencia, aunque ya tengo varios meses aquí en casa sin hacer nada. No importa, ya caerá algo.
Así como Juan, muchos jóvenes comunicadores salen de la universidad con la esperanza de cumplir sus sueños, con ilusiones de ser grandes y generar ingresos para su bienestar. Todos empezamos así, pero chocamos con la realidad: Cuentos motivacionales de trabajo seguro, exámenes psicológicos, la típica argolla que favorece al hijo del gerente, las colas interminables, los services, la fuga de talentos, etc.

Así es el mundo laboral en el Perú para todos, no sólo para el comunicador. Pero ahí está la paciencia y la esperanza de lograr nuestros sueños, porque a pesar de los obstáculos, si se puede hacer mucho en nuestro querido país, aunque el camino sea necesariamente insoportable.

24/1/08

Publicidad. Lo mejor y lo peor del 2007

El 2007 trajo algunas novedades dignas de elogio y errores dignos de olvido en el mundo de la publicidad. Este es un pequeño aporte, una opinión sobre lo mejorcito y lo insoportable de la publicidad en el 2007.
Para comenzar, debo decir que un mensaje publicitario debe seguir las pautas de una campaña bien integrada y sólida que logrará su efectividad teniendo en cuenta 5 elementos fundamentales, pudiendo utilizar uno o más de uno, que hacen que el ejercicio de la profesión sea una aventura realmente atractiva: Familiaridad, Recordación, Rompimiento de Inercia, Difusión de Noticia y Valor agregado. Ello logrará el tan deseado objetivo de toda campaña: Vender
Partiendo de esta proposición, me animo, según mi criterio a mencionar lo mejor y peor del 2007.
Por su caracter siempre creativo y su concepto de peruanidad expresado en la cotidianeidad, vale mencionar la campaña de Inca Kola que se identifica como el sabor que se identifica con los peruanos, resaltando su creatividad y manera de ver la vida. Sin duda un buen ejemplo del uso de la familiarización con conceptos cotidianos bien peruanos.

Cabe mencionar también la campaña del Banco de Crédito, con su siempre acertado concepto de cercanía, confianza y seguridad; elementos que establecen una adecuada recordación y una identidad bien marcada. Fíjense bien en los personajes y las situaciones. Uno de los pocos spots que capta bien a los personajes sin prejuicio alguno.

Y en esta lista no debía faltar el spot publicitario de la nueva cerveza Franca, que apela a la peruanidad desde un sentido tan entrañable y de identificación con todos los peruanos: La gastronomía. Nada como un cevichito acompañado de una Franca y con el máximo representante del arte culinario nacional: Gastón Acurio. Sin duda todo un líder de opinión en el tema.

Yo siempre he opinado que el uso del nacionalismo en la publicidad puede traer problemas, como sucede con Dento o Sapolio, y esto se da por no darle al producto un valor agregado que se refleje en la calidad. Estos productos de uso cotidiano pudieron vender en un primer momento, pero por un aspecto coyuntural de peruanidad. El caso de Franca está pegando, pues asume el tema de lo culinario unido a la calidad del producto. Basta con ver la expresión de Gastón Acurio, "mmm", cada vez que toma la cerveza.

En mi humilde y subjetiva opinión, lo que debe hacer Franca este 2008 es consolidar un valor agregado, un concepto que forme una identidad y que garantice la rentabilidad para Aje. Algo simple, cotidiano y familiar. La cerveza es un producto de alto consumo en el Perú, por ello es muy importante un concepto fácil de recordar y que se identifique con los peruanos. "Usted si sabe", le dicen a Gastón, quizá ahí pueda estar el concepto, tal vez "Franca, para los que sí saben".Esto encierra muchas cosas que pueden ser desarrolladas bajo la identificación con lo peruano.

Estas son las 3 campañas que a mi parecer fueron las mejores del 2007. Menciones honrosas merecen, en primer lugar la efectiva campaña de Brahma con Carlos Alcantara (que crea un buen concepto, pero que no se refleja en las ventas), por otro lado la campaña de Claro con las bolas rojas y teniendo a Gianmarco como personaje principal (pero que se cae por la presencia de Jefferson Farfán, jugador mal ejemplo para muchos), y la campaña de Sublime con el concepto de "Adolescente incomprendido", con una buena realización, un concepto interesante, pero que es dirigido para un público joven. Sublime es un producto que goza de las preferencias de casi todos.

Finalmente, las campañas que considero son las menos acertadas y dignas de olvido, son aquellas que ni vendieron, ni lograron atracción y menos manejaron algunos de los 5 elementos ya mencionados.

Tenemos en primer lugar el desastrozo spot publicitario que se sigue proyectando en el cine sobre el "20 pirata", con situaciones forzadas, personajes ajenos a la realidad, copia absurda e idéntica al mensaje mexicano y mal dirigido en cuanto al público objetivo, es decir: Proyectar un spot contra la piratería en el cine, donde el consumidor no es pirata necesariamente... Sin comentarios

En segundo lugar tenemos al bien intencionado spot publicitario "Estoy curedo" de Guaraná Backus, un comercial que apela a lo cómico y a lo creativo, pero que carece de un carácter vendedor y un concepto que garantice un buen gancho con el consumidor. Al ver la publicidad nos reiremos, nos parecerá gracioso, pero, ¿qué más?...

Esto es a mi parecer lo bueno y lo malo del 2007, quizá hayan más ejemplos, más casos que se me hayan escapado, me acuerdo por ejemplo de la campaña de Pilsen Callao "Muchaaachos", resaltando la amistad, el de la Universidad de San Martín de Porres "Una universidad para toda la vida" y muchos más que no menciono por razones de espacio. Por ello, sería interesante ver sus opiniones, quizá no concuerden conmigo o no me soporten. En eso consiste, para eso estamos.

20/1/08

Publicidad ¿Un arte?




Una de las ramas más interesantes, para mí la más apasionante, de la comunicación es la Publicidad. Cuando la estudiamos en las aulas universitarias o en el instituto, nos introduce en un mundo especial donde la persuasión es el arma fundamental para vender y ser competitivo y rentable.
Los comunicadores de hoy entendemos la publicidad como una herramienta fundamental del Marketing en la búsqueda de vender productos y servicios. Antes era como un fin en si mismo donde la creatividad y el ingenio, eran las armas principales.
Esto me hace recordar que hace algún tiempo preguntaba en un curso de Publicidad a mis alumnos, ¿Por qué quieren estudiar Publicidad?, y más de uno respondía: "Porque soy creativo", "porque quiero crear ideas que impacten", "porque me gusta dibujar", "porque quiero hacer algo diferente", etc. Estas respuestas conmovedoras son las típicas de algunos estudiantes que tienen el primer acercamiento a este gran mundo; sin embargo, no todo es arte. Hay mucho más, y eso hace que no pocos abandonen la carrera o no se sientan identificados.
Pisemos tierra, la realidad es evidente. El consumismo desmedido y la competencia grande entre las marcas, hacen que la publicidad se convierta en vendedora de beneficios más que de productos. Y ello se evidencia con ejemplos de campañas millonarias y efectivas cuyo objetivo principal es el de crear una imagen determinada, un posicionamiento único, una idea atrayente y seductora. Nike es fuerza, Inca Kola es peruanidad, Axe es seducción, Sony es calidad. Podría mencionar muchos productos y sus conceptos. Esto no hace más que evidenciar que la publicidad debe ser vista de otra manera.
Lo que es prioridad actualmente es la INVESTIGACIÓN, y lo pongo en mayúscula pues, muchos no concuerdan conmigo y algunos otros, publicistas de escritorio, sólo apelan a la creatividad basados en la opinión de pocos.
La publicidad implica conocer al cliente, ser doblemente creativo, pues no es sólo crear una idea, sino que la misma vaya de la mano con las necesidades del consumidor, que lo atrape, que lo identifique con sus comportamientos, sus gustos, sus estilos de vida. Grande es el aporte de Arellano con sus estilos de vida en nuestro querido Perú, que contribuye con la publicidad de una manera muy significativa en el desarrollo de la investigación del consumidor.
Por ello, a mis alumnos ávidos de conocer el mundo de la publicidad y a aquellos profesionales dedicados a este negocio, mi pequeño consejo, (más que eso mi aporte) es que se vea a esta profesión como un proceso especial de Investigación, análisis y finalmente creación de ideas que enganchen con la razón de ser del consumidor. Sólo así podrás vender y hacer historia.
¿Insoportable no?, pero necesario al fin y al cabo.

El Incomprendido Comunicador


Cuando era niño, no hace mucho, la televisión dominaba gran parte de mi vida. No había Internet, ni chat, ni cable. ¿Se imaginan el aburrimiento de mis tiempos?. Yo crecí en la era de oro de Risas y Salsa, de Dinastía, de Los Ángeles de Charlie, de los Picapiedras, de los Thundercats, del último mundial de la selección, entre muchas otras joyas.

Al ver a los íconos de la televisión y el cine, tenía el mismo pensamiento inocente de todos los chibolos de hoy y siempre: "Quiero ser como ellos". Claro no había Carlota, Chola Chabuca, Carlos Cacho, ni tanto pintoresco personaje gay que domina nuestra farándula choliwoodense, aquellos íconos de lo desviado y promiscuo.

En esos años, era típico escuchar las preguntas de rigor de mis parientes: ¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?. Con ilusión contestaba, astronauta, bombero, policía, artista de televisión, ilusas respuestas que dominaban mi imaginario infantil dominado por mi gran influencia televisiva.

Ya en la secundaria iba pensando mejor sobre mi destino, quería ser médico, salvar vidas, ayudar gente, mi carácter altruísta se condecía con mi deseo de ser el mejor médico del mundo. Desafortunada la hora en que presencié en vivo y en directo la mala suerte de un anciano al ser arrollado cruelmente por un clásico bus Enatru. Aquel cuadro desgarrador y sangriento a pocos metros de mi fue el motivo por el cual desistí de tal vocación.

A dos años antes de terminar el colegio decidí lo que quería ser. Mi figuretismo escolar unido a mi interés por escribir, forjaron mi vocación.

El problema de ser comunicador, aparte del asunto económico y el de conseguir empleo, es el apoyo de nuestros queridos y bienhechores padres, "No seas huevas, eso no te va a dar plata", "eso es para los maricas", "Yo quería que seas ingeniero como tu padre",etc. Somos incomprendidos como un adolescente comiendo un Sublime.

Nadie sabe que las Ciencias de la Comunicación van más allá que tener un micrófono y cubrir una noticia. Me ha pasado. Cuando me preguntan sobre mi profesión y digo que soy comunicador, viene la opinión típica - le llamaría ignorante - "Ah estudiaste periodismo...", "¿En qué canal trabajas?". No pues, un comunicador es más que eso, un comunicador es un publicista, un marketero, un relacionista público, un periodista, un profesor... es muchas cosas.

Ha pasado más de 10 años y, luego de logros y fracasos, necesarios en la vida, puedo decir que soy un comunicador profesional. No llegué a ser periodista, pues el camino laboral y la atrayente mirada de la Publicidad y el Marketing me cautivaron. Soy un comunicador como muchos de ustedes ya lo son o quieren serlo. El camino no fue fácil, pero valió la pena.

Por ello, amigo incomprendido, no temas, confía en tí, solo en tí, en tu vocación, en tu pasta de figureti, en tu gusto por escribir, en tu deseo de cambiar el mundo, en tu utopía de ser el más grande. Yo lo hago cada día. Soy profesor y por eso te comprendo. Tal vez serás insoportable como yo, pero al fin y al cabo, comunicador.